Ingredientes (para 4 personas):Un solomillo de cerdo ibérico de unos 500 gramos
2-3 chalotas (o cebolletas)
1-2 ajos
200 gramos de champiñones
80 gramos de paté
1 placa de hojaldre refrigerado
150 gramos de jamón ibérico
1 huevo
2-3 cucharadas de mostaza de Dijon
Pimienta negra molida
Una nuez de mantequilla
Aceite de oliva
Sal
-Para la salsa:
100 gramos de queso curado
200 gramos de nata
Molinillo de pimientas de colores
Elaboración:
Limpia el solomillo de grasa, salpimenta y marca en la sartén para sellarlo y que no se le salgan los jugos. Cuando esté sellado por todas partes, saca de la sartén y embadurna con un poco de mostaza. Reserva.
Pica las cebolletas finas y pocha en una sartén a fuego medio-bajo con una nuez de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva. Añade un poquito de sal y el ajo exprimido. Rehoga hasta que esté bien blandito. Mientras, limpia los champiñones (evita lavarlos) y pícalos en tiritas finas. Añade a la sartén y sigue rehogando.
Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Extiende el hojaldre sobre una hoja de papel vegetal (la suele traer el propio hojaldre) y corta un trozo, para dejarlo cuadrado. Reserva la parte que has quitado para decorar. Reparte la mezcla de paté y hortalizas dejando un margen de dos dedos todo alrededor. Coloca el jamón y, sobre éste, el solomillo. Bate un huevo y pinta todo el borde del hojaldre.Dobla una parte del hojaldre, cubriendo el solomillo, con ayuda del papel. Retira el papel y dobla la otra parte del hojaldre sobre el anterior. Con la mano, presiona ligeramente para que quede bien adherido. Pinta con huevo batido las puntas y dobla para cerrar haciendo un paquete. Coloca el 'paquete' en una fuente de horno con el cierre hacia abajo y pinta todo el hojaldre con huevo.
Usa el trozo de hojaldre que había sobrado para decorar. Si tienes un rodillo de los que hacen rejilla, en un par de minutos tendrás una decoración muy sugerente. Sólo tienes que pasarlo por el hojaldre reservado, abrir las grietas que dibuja y colocar sobre el 'paquete', recortando los extremos. Si no, puedes cortar unas tiras de hojaldre y cruzarlas sobre el solomillo. Pinta todo el conjunto de nuevo y, con un cuchillo bien afilado, haz unas pequeñas incisiones para que pueda salir el vapor y no se raje el hojaldre. Aprovecha las uniones con las decoraciones para que no se vean. Hornea a 200ºC durante unos 15 minutos.
Mientras, prepara la salsa. Para ello, calienta en un cazo el queso rallado con la nata y un toque de pimientas de colores. Mezcla bien hasta que no queden trocitos de queso y la salsa esté suave y cremosa.
Cuando el hojaldre esté dorado, saca del horno y deja reposar durante unos 10-15 minutos. Para servir, corta en rodajas de unos 2-3 cm y acompaña con la salsa.
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